jueves, 21 de mayo de 2009

Innovar y crear en el medio rural



En este año en que celebramos el Año Europeo de la Innovación y la Creatividad en toda la Unión Europea, nos podemos parar a pensar qué es innovar y crear para los habitantes del medio rural.

A primera vista, parece que los conceptos de innovación y creación no deberían ser distintos dependiendo del lugar donde se lleve a cabo, pero, en la práctica son significativamente diferentes, ya que las situaciones a las que se enfrentan los habitantes del medio rural es bastante distinta al conjunto de la ciudadanía.

Nos bastaría con poner un ejemplo. Podemos considerar innovar en el medio rural la iniciativa llevada a cabo por un grupo de mujeres en un pequeño pueblo donde se juntaron un grupo de amigas para crear una asociación, a través de la cual pusieron en marcha una cooperativa de reciclaje de residuos donde, actualmente, trabajan 15 personas, todas ellas mujeres u hombres discapacitados, y en cuya tarea prefieren sacrificar la utilización de maquinaria para así tener mayor labor social y dar más empleo. Pero no se queda la innovación sólo en eso, si no que más adelante ponen en marcha una residencia de ancianos que consiguen concertar con la Administración y para cuya finalización recurren a otras ideas creativas, ponen en marcha el Banco Solidario y una especie de Lista de Bodas, para el mobiliario.

Con el Banco Solidario, consiguen que particulares y empresas les presten dinero a interés 0 para poder ir llevando a cabo sus proyectos y creando empleo, ya no sólo en su pequeño pueblo, sino en los pueblos vecinos. Y lo que a mi parecer, es más innovador, el mobiliario de la Residencia, lo consiguen con la colaboración de resto del pueblo que creen en lo que están haciendo sus vecinas y son ellos los que compran una cama, una silla o una cortina.

Pero innovar en el medio rural también es, poner en marcha una empresa de cultivo de plantas hidropónicas que depuran las aguas residuales en cualquier lugar del mundo. Y todo ello puesto en marcha por un chaval joven de un pueblo pequeño.

O que un grupo de mujeres que únicamente se dedicaba a trabajar en su casa pongan en marcha una cooperativa de servicios de proximidad y se dediquen al cuidado de ancianos y a limpieza de edificios.

Para mi todo esto es innovar y crear, no solo la I+D tecnológica que también se puede dar en el medio rural, donde una empresa que se dedica a la transformación del corcho, utiliza el polvo que sale de esa transformación para producir energía.

Para crear e innovar, sólo hace falta imaginación y creer en la idea que cada uno tiene en la cabeza. Y nada mejor en tiempos de crisis, que poner en marcha las neuronas. Cualquier idea, por descabellada que parezca puede convertirse en realidad y los habitantes del medio rural están más acostumbrados a luchar contra las dificultades.

¡¡¡Innovemos y seamos creativos!!!!


Manuel Garrancho
Europe Direct CEIPREX. Extremadura

miércoles, 6 de mayo de 2009

Educar en la creatividad



Habitualmente se tiende a pensar que innovación y creatividad son sinónimos de investigación; y en cierto modo, investigar es ante todo un ejercicio de creatividad. Investigar es ver lo que los demás no ven y pensar lo que los demás no han pensado.

Desde siempre hemos valorado las sociedades que tienen reconocidos investigadores, que destinan grandes presupuestos a la I+D, y además las consideramos como sociedades más avanzadas. Pero esos investigadores fueron niños, y seguramente ya entonces tenían las mentes despiertas, porque educar en la creatividad es educar mentes abiertas, predispuestas al cambio, es formar personas con visión de futuro; personas con dotes de originalidad y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida cotidiana.

Además, educar en la creatividad es ofrecer las herramientas necesarias para impulsar la innovación, estimulando la capacidad de generar respuestas que provoquen los cambios que cada sociedad, especialmente en tiempos de crisis, es capaz de imaginar, soñar, proponer, crear.

Es por eso que debemos ser conscientes de la importancia de cultivar, ya desde la más tierna infancia, en casa, en la escuela, la confianza en si mismo, la apertura mental, la originalidad, el plantearse preguntas sin respuesta. Así se irá propiciando un pensamiento creativo, en el que no cabe el miedo al ridículo; sino más bien a interiorizar que toda idea soñada puede ser una idea posible.
Creatividad es la capacidad de generar ideas, productos novedosos y comunicarlos, darlos a conocer, transcendiendo así en el lugar y el tiempo. Por ello, es necesario educar a los más pequeños en la creatividad, y darles las herramientas para que sean capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta; hay que enseñar a no temer el cambio, a convertir los obstáculos en oportunidades y no en amenazas. Una educación en la creatividad es una educación que valora la imaginación, que enseña a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre.

Cada alumno que salga de una escuela formada con esta visión, será una persona con capacidad para crear, para proponer ideas innovadoras y que tendrá una actitud flexible y transformadora ante el mundo, rompiendo murallas o barreras para edificar la nueva sociedad del mañana, que esperemos sea más integradora, solidaria, respetuosa y abierta con las necesidades de todos.
Samanta García-Carro
ED Galicia - Centro Europeo de Información y Animación Rural