jueves, 1 de octubre de 2009

Los jovenes del medio rural son creativos



Tendemos a creer que las personas que en su día tomaron la decisión de abandonar el medio rural eran las más decididas y las más capaces. Pero para el ser humano, la migración al final acaba convirtiéndose en un hecho social, en una corriente aceptada que nadie pone en cuestión, y por ello se acaban marchando los aptos y los menos aptos.
Los jóvenes que ven con ilusión su continuidad en el medio rural, están más formados e informados que los que se dejan arrastrar; y son los más valientes a la hora de adoptar decisiones. Esta situación se traduce, al analizar las iniciativas que están liderando, en la aparición de mayores dosis de creatividad, en su disposición para la innovación y en su capacidad de adaptación a necesidades cambiantes.
Todo esto nos lo muestran las conclusiones del estudio que ha llevado a cabo el Instituto de Desarrollo Comunitario de Cuenca sobre las “causas que motivan que algunos jóvenes decidan desarrollar su vida profesional y personal de modo estable en el medio rural, adoptando dicho medio como marco de vida”

Llevando a cabo numerosas entrevistas para la realización del estudio hemos descubierto personas como Marino. Este joven natural de Villarejo de Periesteban, pueblecito de la provincia de Cuenca de unos 500 habitantes. Si tuviéramos que definir la trayectoria de Marino en pocas palabras, recurriríamos sin duda a ilusión y creatividad, al igual que en los casos de otros jóvenes entrevistados, que han tomado la decisión de quedarse en sus pueblos. Solo con creatividad es posible transformar un negocio doméstico en una iniciativa innovadora. Marino puso en marcha su quesería hace unos años, aumentando vertiginosamente su nivel de actividad y su volumen de negocio. Pero cuando empezó a tener problemas para comercializar sus quesos fue tomando forma su idea de “Museo del Queso”, hasta verlo realizado junto a las instalaciones de su quesería. Aprovechando el turismo de su zona, ha aumentado las ventas de sus quesos, pues como él mismo reconoce, raro es el visitante del museo que no se lleva uno o dos quesos.
Las oportunidades que se le han presentado a Marino le han espoleado a seguir formándose, a no estancarse y a seguir innovando e invirtiendo para que su negocio siguiera prosperando.
Marino y otros tantos que han apostado por los territorios rurales de la provincia de Cuenca, han tenido que agudizar y multiplicar sus esfuerzos para prosperar en un entorno en el que todo parecía ir a la contra. Ahora que la bonanza pasada aparece puesta en entredicho, los jóvenes como Marino, pocos o muchos, sostienen sobre sus hombros el provenir de un territorio y de una forma de vida que parecía no ir con los tiempos.
Carmen Santisteban
Europe Direct Cuenca

martes, 15 de septiembre de 2009

La isla de la Innovación




Hace pocos días leí en la prensa que un famoso actor de Hollywood ha venido de visita a Asturias para conocer las obras de la que en un futuro no muy lejano será bautizada como la Isla de la Innovación. Se trata de un 'megaproyecto' arquitectónico diseñado por un 'superarquitecto' de nombre extranjero que, según decía la noticia, va a cambiar la cara y el alma de la ciudad de Avilés, para hacerla renacer de sus cenizas industriales, reconvirtiendo, de aquí a unos años, los terrenos que en su día tenían como único cielo el humo que escupían sus altos hornos.

Lo curioso de todo esto, es que de no ser por el relumbrón que le ha dado al proyecto la visita del afamado artista, muchos podrían pensar que aquello no es más que una zona en obras, con grúas y vallas de protección, como las muchísimas que hay últimamente en todos los pueblos y ciudades de España. Sin embargo, se introduce aquí la palabra mágica, “innovación”, que ya le da un enfoque diferente a esta iniciativa. La operación de cirugía estética a la que se está sometiendo la ciudad de Avilés, cobra un sentido especial. No es una obra más; no es un proyecto cualquiera, el objetivo es llevar a cabo un trabajo profundo de transformación que reconvertirá la ciudad, a partir de una vieja ubicación que había perdido su vitalidad, levantando ahí un barrio nuevo con instalaciones innovadoras aglutinadas en torno a un moderno Centro Cultural que nace en el siglo XXI.

La innovación consiste en crear algo nuevo o en introducir aspectos novedosos y ese compromiso es el que parecen haber adquirido las diferentes administraciones volcadas en este proyecto de arquitectura sostenible para recuperar la ría de Avilés, a partir de ese Centro Cultural que servirá de polo de atracción, siguiendo el modelo del Guggenheim que tan buenos resultados ha dado en Bilbao.

Por ahora, la estrategia consiste en promover la innovación a través de los ojos de otro, traer a alguien de fuera para que nos reafirme en lo que estamos haciendo y nos ayude a adelantarnos en el tiempo, imaginando el cambio antes de que ya sea obra ejecutada, ladrillo sobre ladrillo.

En este caso, como en otros muchos, hay que romper la barrera de lo virtual, hacer real lo virtual ya, desde ahora mismo y para conseguirlo, nada mejor que ver las cosas con ojos de futuro, o lo que es lo mismo, usar grandes dosis de innovación.



Samanta García-Carro
Europe Direct Galicia

viernes, 28 de agosto de 2009

Cambios que crean e innovan



En determinadas ocasiones, hay hechos y acontecimientos que provocan cambios en la naturaleza, en los modos de vida y de negocio de las personas que viven en el medio rural. Y como la gente “ruralita” está acostumbrada a los cambios, allá que se ponen a darle a la cabeza e imaginar nuevas formas de negocio para aprovechar las oportunidades que se ofrecen.

Este es el caso que supone la creación del mayor embalse de Europa en una zona que tradicionalmente vivía con escasez de agua en verano, en unas de las áreas más áridas y deprimidas del continente europeo. El macroembalse de Alqueva ha supuesto la inundación de 25.000 has. transfronterizas, 3.500 en territorio español, que como la mayoría de los proyectos de este tipo tienen sus detractores y sus defensores. Pero olvidémonos de esto ahora, y una vez construida, saquémosle partido, eso es lo que han pensado los habitantes del suroeste extremeño.

Gente que tenia el río Guadiana como una barrera natural y a través del cual algunos se dedicaban antaño al contrabando (a los que la incorporación de los países ibéricos a la Unión Europea “arruinó su negocio”), ahora tienen un magnífico potencial que están empezando a aprovechar y con unas posibilidades de futuro impresionantes.

En la mayor parte de los pueblos se han creado embarcaderos que poco a poco se van llenando de barcos más o menos grandes para disfrutar de esa gran masa de agua. Los restaurantes con vistas al lago y con especialidades en peces de ríos van aflorando por la zona. Actividades lúdicas y deportivas ligadas al agua se ponen en marcha, paseos en barca, piragüismo, surf, pesca, avistamiento de aves, rutas a caballo, en bici, a pie por la orilla del embalse, etc. Se están creando alojamientos rurales y hoteles que ofrecen al visitante diversiones acuáticas. Además de la mejora en las infraestructuras eléctricas de la zona a base la energía limpia que la central hidroeléctrica de la presa portuguesa genera y que surte al mercado ibérico de la electricidad del que se surte Extremadura.

Esto está siendo posible en una zona rural, donde cambios tan sustanciales como estos se llevan a cabo con mayor prontitud, porque como ya se ha dicho en este blog la gente que habita en los pueblos está muy acostumbrada a sufrir cambios en sus vidas, y de todos ellos intentan sacar provecho. Los mecánicos de coches y tractores, ahora trabajan con motores fuera borda; los pueblos que antes sólo promocionaban sus monumentos, ahora promocionan Alqueva, los turistas que antes escaseaban en verano, ahora buscan el frescor del agua; los agricultores que vivían del cultivo del secano, ahora trabajan en campos de frutales y especies de regadío; los secos pastizales ahora son playas fluviales; la frontera que antes separaba, ahora une; los barcos que sólo se veían por la tv, ahora están casi en la puerta de casa; el agua que escaseaba, ahora abunda.

Y es que una transformación ecológica tan grande, está provocando que el ingenio se agudice creando nuevas oportunidades de negocio y rentabilizando mejor las existentes.


Manuel Garrancho
Europe Direct CEIPREX. Extremadura



miércoles, 5 de agosto de 2009

Tricio en el Futuro


Dentro de muchos años Tricio será muy diferente. Los coches no funcionarán con gasolina o gasoil sino que funcionarán con gel blanco. Tampoco habrá que pisar las uvas porque una gran apisonadora las estrujará para hacer el vino y el mosto.

En el campo, los agricultores ya no tendrán que recoger los frutos y las hortalizas porque una cesta con ruedas y con manos los recogerá mientras los agricultores las dirigen sentados en un sillón de masaje que les venderán en grandes tiendas de muebles.


En las fiestas patronales si hay crisis, en vez de contratar a orquestas o discomóviles pondrán una gran pantalla donde aparezca un concierto grabado, pero si no hay crisis todo será igual que antes solo que en vez de cantar los propios artistas cantarán unos robots idénticos a ellos mientras los cantantes de verdad estarán viendo el fútbol en el bar y comiéndose unos calamares con piernas y manos hechas de pimiento.


También habrá piscinas de chocolate donde las monitoras darán aparte de clases un bote de Kali Vanis a cada niño para que sus padres puedan limpiarles las manchas de chocolate que tendrá el bañador. Todo cambiara dentro de muchos años, lo que no se si será para mejor o será para peor.
Raquel, 11 años. Tricio, La Rioja
Ganadora del Concurso de cuentos ‘Tricio en el Futuro’

lunes, 20 de julio de 2009

El medio rural vive, crea e innova


Muchos pueblos de la geografía española recibirán por estas fechas la llegada de familiares y amigos para disfrutar de las noches frescas en el monte, de sus casas cerradas en invierno, de los paseos con viejas amistades. Este regreso temporal, acentuado este año por la crisis económica, marcará los veranos de los pueblos ya que se multiplicarán las actividades culturales, se mejorarán los ingresos en los comercios y en la hostelería, en definitiva, insuflará vida y alegría en las chimeneas sin humo de nuestros pueblos.

Es curioso recordar, cuando celebramos el año Europeo de la Creatividad y la Innovación, que una de las causas principales del éxodo rural en el siglo XX fue la innovación de la maquinaria agrícola. Las máquinas virtuosas sustituyeron a la mano de obra, que acompañada de los animales de carga hicieron del campo su hogar durante siglos. Es importante reflexionar sobre la importancia de este fenómeno, que originó (junto a otros muchos factores igual de importantes) la marcha de familias enteras a trabajar en las ciudades.

Con el paso del tiempo, la innovación y la creatividad han dejado de dar la espalda al medio rural; poco a poco, el medio rural va subiendo escalones en calidad de vida, servicios, actividades de ocio y cultura, etc. Esto implica que los avances en lo relativo a la innovación y la creatividad no influyen negativamente en el futuro del medio rural, como sucedió en el siglo XX, sino que permiten afrontar con esperanza un nuevo modelo de integración con el territorio, adaptándose a un sistema de red escalado con respecto al medio urbano donde los avances de la sociedad llegan hasta el último pueblo; tarde, pero llegan. Podemos nombrar varios ejemplos representativos; el más generalizado es la nueva Televisión Digital Terrestre, un servicio universalizado que mejorará los cauces de comunicación de radio y televisión en toda España. O el empleo de las redes sociales en internet para “captar” personas vinculadas a las zonas rurales por razones familiares o vacacionales, ofreciéndoles información directa sobre su territorio y aproximándoles cada vez más al día a día de la vida en un pueblo (¿quizás facilite un retorno de población al medio rural?).

En definitiva, el medio rural se enriquece día a día y ya es un territorio atractivo para quedarse a vivir. La innovación y la creatividad se han convertido en aliadas del campo y han dejado de ser enemigas. Ahora el siguiente paso es que se conozca en las ciudades la nueva realidad rural para facilitar el retorno de la población y que los habitantes actuales asuman la nueva situación y ayuden a los nuevos pobladores a sentirse como en casa. El retorno a las raíces puede ser un hecho en las próximas décadas. Veremos.


José Manuel Salvador.
Director de EuropaUROPE DIRECT CAIRE (Molinos, Teruel)

lunes, 13 de julio de 2009

Por una sociedad creativa



El real viaje del descubrimiento consiste no en buscar nuevas tierras sino en tener nuevos ojos”. Marcel Proust

Prosigo con el comentario de Raquel Moreno en su viaje de las ideas innovadoras sobre la importancia de alentar y fomentar las actitudes creativas y emprendedoras vinculadas al aprendizaje continuo, como un valor esencial para nuestro futuro. Se hace necesario un sistema educativo que no sólo enseñe respuestas sino que muestre la importancia de aprender a formular buenas preguntas y propiciar un ambiente rico en oportunidades, en el que se fomente la investigación entre los estudiantes, y en el que la participación en actividades extra curriculares como conferencias, talleres y coloquios sea cotidiana.
Algunas de las características por las que destacan las personas creativas son: la confianza en sí mismas, la flexibilidad, la tenacidad, la curiosidad intelectual, la capacidad de asociación y de intuición, etc.
Alcanzar estas habilidades de pensamiento y personalidad requiere bucear en la mente de cada cual y para ello resulta primordial un entorno educativo y social que permita y apueste por este aprendizaje.
Establecer una corriente social en la que se fomenten y valoren estos aspectos generará una sociedad con personas más seguras y con criterios propios, capaces de adaptarse rápidamente a nuevas situaciones u obstáculos imprevistos.

Muchas veces creemos que la creatividad es algo reservado a pocos genios, o sencillamente nos bloqueamos a la hora de expresar una idea por miedo a hacer el ridículo. Por otra parte, las normas culturales nos hacen ver y pensar de una manera muy determinada, imponiendo una visión a menudo limitada de lo que nos rodea.

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” Albert Einstein
La creatividad emana de la imaginación que se libera de lo convencional rompiendo las reglas y accediendo a espacios que la lógica cotidiana no alcanza. Requiere intentar cosas nuevas y buscar soluciones, en vez de quedarse paralizado ante el problema.
Se dice que la creatividad es condición necesaria para el crecimiento de un país y que aquellos que apuesten por una sociedad creativa serán los potencias del futuro como sucede con Suecia.
En cualquier caso una sociedad creativa, tanto rural como urbana, será una sociedad más humana. Aquellas personas y sociedades que apuesten por este aprendizaje tendrán como fundamento de base el respeto a uno mismo y a los demás, donde la escucha, el debate y el diálogo sean valores reales y no sólo retórica.
Aránzazu Rodríguez Diez
ED de Cederna Garalur

martes, 2 de junio de 2009

El viaje de las ideas innovadoras


De Berlín a Barcelona, de Barcelona a Guadix. De la cabeza de Monika a una pieza compacta, rugosa, mezcla de vegetal y mineral. De la potencia al acto, de la idea viajera al ladrillo ecológico de cáñamo.

Para mí ha sido siempre motivo de interés el porqué algunas ideas se quedan en eso, en ideas, mientras que otras abandonan su etéreo estado y se concretan en algo material, tangible. Quizás la biografía de quien idea tenga algo que ver, también su carácter, las circunstancias concretas en las que surge la iniciativa, pero hay algo más, algo… ¿misterioso?

Las grandes mujeres y los grandes hombres de la historia, ¿no han sido siempre innovadores? Yo diría que sí. Por algo esa capacidad de crear, de idear nos diferencia como especie. Pero estamos en un periodo de nuestra evolución como sociedad en la que no basta con que unos pocos innoven, sino que es necesario que convirtamos esa posibilidad que nos brinda nuestra naturaleza humana en una actitud comunitaria, generalizada, que nos permita dar respuesta a los grandes retos que se nos plantean como sociedad global.

Volviendo a la historia de Monika Brümmer, parece que hay algunos elementos clave para que se haya convertido en la creadora del Cannabric, un innnovador ladrillo ecológico patentado, hecho de cáñamo, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales que permite construir casas saludables en las que el consumo de energía es muy bajo.

Por un lado, fue precisamente en el proyecto fin de carrera de esta arquitecta alemana afincada en la Andalucía rural donde todo se inició. La formación tiene pues un papel fundamental en el intento de transformar esa idea en algo práctico. Por otro lado, fueron necesarios muchos experimentos posteriores para que su invento pudiera efectivamente aplicarse a todo tipo de construcciones como ella deseaba y mucho empeño para crear una empresa a partir de ahí. Me atrevería a decir que ese tesón va ligado a una firme confianza en las posibilidades propias que es factor imprescindible para emprender. Y ¿no se aprende eso también?

¿No serán entonces la educación y la formación las alas que necesitan las ideas para hacer el viaje de la innovación? Yo estoy convencida de que sí, de que ese es el secreto. La sociedad basada en el conocimiento no es una expresión vacía, aunque es cierto que se puede malinterpretar fácilmente limitándola. No se trata únicamente de promover el conocimiento técnico y científico imprescindibles para la innovación, sino también de alentar y fomentar desde todas las instancias educativas, las familias y la sociedad en general las actitudes creativas y emprendedoras vinculadas al aprendizaje continuo, como un valor esencial para nuestro futuro.


Raquel Moreno Vicente
Europe Direct Andalucía Rural

jueves, 21 de mayo de 2009

Innovar y crear en el medio rural



En este año en que celebramos el Año Europeo de la Innovación y la Creatividad en toda la Unión Europea, nos podemos parar a pensar qué es innovar y crear para los habitantes del medio rural.

A primera vista, parece que los conceptos de innovación y creación no deberían ser distintos dependiendo del lugar donde se lleve a cabo, pero, en la práctica son significativamente diferentes, ya que las situaciones a las que se enfrentan los habitantes del medio rural es bastante distinta al conjunto de la ciudadanía.

Nos bastaría con poner un ejemplo. Podemos considerar innovar en el medio rural la iniciativa llevada a cabo por un grupo de mujeres en un pequeño pueblo donde se juntaron un grupo de amigas para crear una asociación, a través de la cual pusieron en marcha una cooperativa de reciclaje de residuos donde, actualmente, trabajan 15 personas, todas ellas mujeres u hombres discapacitados, y en cuya tarea prefieren sacrificar la utilización de maquinaria para así tener mayor labor social y dar más empleo. Pero no se queda la innovación sólo en eso, si no que más adelante ponen en marcha una residencia de ancianos que consiguen concertar con la Administración y para cuya finalización recurren a otras ideas creativas, ponen en marcha el Banco Solidario y una especie de Lista de Bodas, para el mobiliario.

Con el Banco Solidario, consiguen que particulares y empresas les presten dinero a interés 0 para poder ir llevando a cabo sus proyectos y creando empleo, ya no sólo en su pequeño pueblo, sino en los pueblos vecinos. Y lo que a mi parecer, es más innovador, el mobiliario de la Residencia, lo consiguen con la colaboración de resto del pueblo que creen en lo que están haciendo sus vecinas y son ellos los que compran una cama, una silla o una cortina.

Pero innovar en el medio rural también es, poner en marcha una empresa de cultivo de plantas hidropónicas que depuran las aguas residuales en cualquier lugar del mundo. Y todo ello puesto en marcha por un chaval joven de un pueblo pequeño.

O que un grupo de mujeres que únicamente se dedicaba a trabajar en su casa pongan en marcha una cooperativa de servicios de proximidad y se dediquen al cuidado de ancianos y a limpieza de edificios.

Para mi todo esto es innovar y crear, no solo la I+D tecnológica que también se puede dar en el medio rural, donde una empresa que se dedica a la transformación del corcho, utiliza el polvo que sale de esa transformación para producir energía.

Para crear e innovar, sólo hace falta imaginación y creer en la idea que cada uno tiene en la cabeza. Y nada mejor en tiempos de crisis, que poner en marcha las neuronas. Cualquier idea, por descabellada que parezca puede convertirse en realidad y los habitantes del medio rural están más acostumbrados a luchar contra las dificultades.

¡¡¡Innovemos y seamos creativos!!!!


Manuel Garrancho
Europe Direct CEIPREX. Extremadura

miércoles, 6 de mayo de 2009

Educar en la creatividad



Habitualmente se tiende a pensar que innovación y creatividad son sinónimos de investigación; y en cierto modo, investigar es ante todo un ejercicio de creatividad. Investigar es ver lo que los demás no ven y pensar lo que los demás no han pensado.

Desde siempre hemos valorado las sociedades que tienen reconocidos investigadores, que destinan grandes presupuestos a la I+D, y además las consideramos como sociedades más avanzadas. Pero esos investigadores fueron niños, y seguramente ya entonces tenían las mentes despiertas, porque educar en la creatividad es educar mentes abiertas, predispuestas al cambio, es formar personas con visión de futuro; personas con dotes de originalidad y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida cotidiana.

Además, educar en la creatividad es ofrecer las herramientas necesarias para impulsar la innovación, estimulando la capacidad de generar respuestas que provoquen los cambios que cada sociedad, especialmente en tiempos de crisis, es capaz de imaginar, soñar, proponer, crear.

Es por eso que debemos ser conscientes de la importancia de cultivar, ya desde la más tierna infancia, en casa, en la escuela, la confianza en si mismo, la apertura mental, la originalidad, el plantearse preguntas sin respuesta. Así se irá propiciando un pensamiento creativo, en el que no cabe el miedo al ridículo; sino más bien a interiorizar que toda idea soñada puede ser una idea posible.
Creatividad es la capacidad de generar ideas, productos novedosos y comunicarlos, darlos a conocer, transcendiendo así en el lugar y el tiempo. Por ello, es necesario educar a los más pequeños en la creatividad, y darles las herramientas para que sean capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta; hay que enseñar a no temer el cambio, a convertir los obstáculos en oportunidades y no en amenazas. Una educación en la creatividad es una educación que valora la imaginación, que enseña a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre.

Cada alumno que salga de una escuela formada con esta visión, será una persona con capacidad para crear, para proponer ideas innovadoras y que tendrá una actitud flexible y transformadora ante el mundo, rompiendo murallas o barreras para edificar la nueva sociedad del mañana, que esperemos sea más integradora, solidaria, respetuosa y abierta con las necesidades de todos.
Samanta García-Carro
ED Galicia - Centro Europeo de Información y Animación Rural

miércoles, 15 de abril de 2009

La innovación era eso


Cuentan que cuando llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Sobrevivía.

El mundo rural sabe de crisis, de cenizas, resurgimientos y transformaciones. No es la primera vez que se enfrenta a momentos definitivos, dejando como sacrificio parte de su propia esencia.

En los años 60, la población rural cambió este país. Fueron los contingentes de hombres y mujeres de nuestros pueblos que emigraron a las ciudades quienes hicieron posible la Revolución Industrial que la dictadura retrasó incomprensiblemente. Gracias a sacrificar sus raíces rurales España se hizo urbana y se hizo moderna.

Fueron también nuestros hombres y mujeres quienes respondieron a la llamada de una Política Agraria Común para lograr la autosuficiencia alimentaria en Europa que nos librara del fantasma de la escasez. La cultura campesina respondió, se modernizó de tal modo que en poco tiempo fue capaz de producir más de lo que la sociedad necesitaba. En este proceso innovador sacrificó sus conocimientos ancestrales y el vínculo con la tierra que garantizaba el futuro para sus hijos y para los hijos de sus hijos.

Fueron ellos quienes, siguiendo nuevas directrices comunitarias, fueron capaces de vincular su posición en la sociedad a dictámenes cambiantes que aseguraban ingresos sólo por plantar determinados cultivos (aunque no se vendieran), por alojar visitantes urbanos o por mantener el paisaje y haber percibido ayudas en otros tiempos (aunque ahora ya no produjeran nada). Y en ello, la gente del campo perdió el vínculo social que le otorgaba valor en función a su papel productivo.

Hoy miramos con temor a una crisis que exige nuevos y grandes cambios. El mundo rural, mermado y desorientado, le hará frente como siempre lo ha hecho. Ningún tiempo pasado fue mejor pero quizá sería deseable que esta vez fuera el resto de la sociedad quien tomara nota de la importancia de las raíces y del vínculo con la tierra. Quizá evitemos hogueras innecesarias actualizando los valores de la sabiduría campesina vinculados a la actividad productiva frente a la insostenibilidad flagrante de la especulación financiera.




Alfonso Troya
Europe Direct - CEIP La Rioja







lunes, 6 de abril de 2009

La innovación impulsora de cambios



Cuando pensamos en innovación, “a voz de pronto” se nos viene a la cabeza empresas con montones de empleados y delegaciones a nivel mundial; innovaciones tecnológicas, aplicaciones de sistemas robóticos, inteligencia artificial, Biotecnología, etc. Aspectos que solo pueden llevar a cabo grandes corporaciones industriales por el montante financiero que implica el desarrollo de este tipo de actuaciones; pero no se nos ocurre pensar en nuestro medio rural como foco auténtico de innovación.

Si solo observamos del medio rural lo que nos aparece a primera vista, podemos encontrar en muchos casos una bella estampa, a veces bucólica, de una sociedad tradicional en la que los avances son lentos y dilatados en el tiempo, pero si rascamos un poco más en esa primera imagen y nos adentramos y convivimos con la sociedad del medio rural, podremos comprobar que nos encontramos ante una realidad “viva” de trabajo diario, de lucha por la mejora continua, de realidades y retos que se van superando día a día con el esfuerzo, en muchos casos, de toda la ciudadanía, de necesidades locales existentes que para paliarlas se necesitan altas dosis de creatividad. Por esto y para superar los retos que se plantean se necesita un esfuerzo continuado de innovación y de creación, ya que el medio rural y más concreto sus habitantes cada día aportan algo nuevo y quieren seguir aportándolo.

Innovar, a fin de cuentas, es renovar, introducir cosas nuevas, cambiar determinada manera de hacer. Aplicado al medio rural, significa la creación de nuevos productos o servicios, adaptados al territorio y a sus habitantes, o a la puesta en marcha de nuevos tipos de gestión, métodos o formas de organizarse; es el medio de hacer frente a los principales desafíos a los que se enfrentan nuestros territorios rurales.
La innovación en el medio rural aparece como impulsora de cambios tanto sociales como estructurales y como facilitadora de adaptaciones necesarias para el logro de un desarrollo sostenido y sostenible de los territorios.


Carmen Santisteban
Europe Direct Cuenca




lunes, 16 de marzo de 2009

Las tres Pés de la Creatividad


Érase una vez un búho que desde su árbol observaba curioso la actividad de los pueblos de la comarca. Veía cómo poco a poco se quedaban sin humanos, cómo aquellos que aún permanecían, cada vez hacían menos cosas juntos, y cómo la gente joven pasaba cada vez más horas delante de los ordenadores y cada vez menos jugando en las calles.

Un grupo de grullas le contó que por tierras del Sur, la pasada migración existía una comarca rural llamada “Creatividad”. Las gentes de esa tierra cada día vivían mejor y sus pueblos cada vez estaban más poblados de parejas, jóvenes, niños, niñas y, por supuesto, de las personas mayores del lugar, que parecían renacer viendo como se llenaban de vida de nuevo sus pueblos.

Alarmado ante la situación de su comarca e inquieto por conocer aquella otra llamada “Creatividad” decidió extender sus alas y emprender un viaje al Sur.
Lo había estado pensado muchas noches y llegó a la conclusión que había que intentarlo. Por duro que fuese el viaje, el secreto de “Creatividad” podría servir para mejorar la calidad de vida de las personas, animales y bosques de su comarca; y así evitar, entre otras cosas, que la gente joven quisiera irse a las ciudades.

El viaje fue largo y por el camino observó cómo su comarca no era la única que presentaba esa triste situación, el mal afectaba a un territorio mucho más amplio. En los momentos de duda se preguntaba ¿existirá de verdad “Creatividad”? Y si existe ¿cómo la reconoceré?

Pero las respuestas a sus preguntas surgieron por sí solas. Un día escuchó desde el aire un sonido que casi había olvidado: el llanto de un recién nacido. Cuando lo reconoció, decidió acercarse al lugar pero según se acercaba escuchó nuevas voces: niñas y niños reían mientras un grupo de mayores les contaban historias del lugar. Era tal la cantidad de colores, olores, personas, animales, etc. que veía que casi se llegó a marear, de tanta felicidad que respiraba. Esto huele a “Creatividad”, pensó.

Mientras aleteaba para reducir la velocidad de aterrizaje preguntó a las personas que allá estaban dónde podía encontrar a alguien que le contara cómo se había conseguido ese milagro de “Creatividad”. Estas corrieron a llamar a la Señora Lechuza, que en cuanto supo de la llegada de este sorprendente visitante acudió a su encuentro y le invitó a su casa.

Estuvieron largos días hablando y la Señora Lechuza estuvo encantada de compartir su sabiduría y experiencia.

Estos son los consejos que el ilusionado Señor Búho se llevó de vuelta a casa para contarles a los humanos:

Recuerda las tres Pés:

1. Pensamiento Individual: todas las personas podemos ser creativas y todas tenemos un pensamiento propio, todas las opiniones son válidas y respetables.

2. Participación colectiva: es necesario que las ideas individuales se trabajen de manera conjunta. Para ello debes reunir a gente diversa con quién buscar soluciones. Hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños, de aquí y de allá, con estudios o sin ellos, etc. deben dialogar juntas.

3. Paciencia: las soluciones no son fáciles ni inmediatas, para conseguir un proyecto sólido y que pueda tener futuro hay que tener presente que hay un proceso de gestación, desarrollo y crecimiento previo; antes de ver los frutos hay que conseguir fuertes raíces.

Arantxa Rodríguez
Europe Direct de Cederna Garalur

jueves, 26 de febrero de 2009

La tradición rural que innova


Desde su misma aparición, el ser humano no ha tenido más remedio que ser creativo e innovador para adaptarse al entorno y progresar. Estas capacidades son parte del legado evolutivo: primero creatividad, una idea única, nueva, pero para ser innovación deberá ser llevada a la práctica; la semilla debe ser plantada y favorecida por condiciones adecuadas para ser útil frente al problema o aprovechar la oportunidad que estimuló la creación.

La superación de retos y oportunidades impuestos por la naturaleza a la humanidad tiene mucho que ver con estos procesos; pero también con la reacción ante necesidades menos materiales inherentes a la condición humana y a su evolución como especie, necesidades que no se limitan a lo tangible y práctico, sino que alcanzan lo abstracto y metafísico. La misma creación es también así “útil”.

Creatividad e innovación precisan de ‘tradición’, un concepto que integra tanto saberes concretos como conceptos y referencias abstractas, algo que unas generaciones heredan de las anteriores, renuevan y legan a las siguientes por considerarlo valioso. Adaptativo, dinámico, crítico. Así imaginamos el saber campesino, el saber rural, que lejos de oponerse, va integrando lo nuevo. De ese modo fue hasta la época moderna, la del desprestigio de una forma de vida que está en el origen de las demás. La época que intentó robarle el valor y el alma y negarle el futuro a la vida de campo, a la existencia de quien vive pegado a la tierra. Tiempo de decadencia y éxodo incontenible para las zonas rurales, en las que el bloqueo social redujo a la marginación a sus habitantes, más allá de que decidieran -o no tuvieran más remedio que- seguir unidas al terruño. Tal decadencia supuso un freno a la innovación en esos territorios socialmente descapitalizados.

Afortunadamente, hace años, voces de fuera y de dentro comenzaron a ver el campo y sus formas de vida como una fuente de recursos y valores para la sociedad en su conjunto. Frente a los innegables problemas que amenazan la pervivencia de un mundo rural dinámico y creador, existen apuestas por su futuro desde muchos ámbitos, sobre todo desde sus propias gentes.

2009 es el Año Europeo de la Creatividad y la Innovación. Una iniciativa especialmente oportuna en el contexto actual, cuando la respuesta a la crisis exige grandes dosis de creatividad e innovación. Conceptos que no deben ser contemplados desde el reduccionismo tecnológico como único paradigma válido.

En este Año Europeo de la Creatividad y la Innovación es obligado reivindicar el valor único de la tradición rural que crea, que innova, que suma y transforma unida en contacto con la realidad, que conserva lo mejor del pasado y crece mirando hacia el futuro.

Raquel Moreno
Europe Direct Andalucía Rural