miércoles, 6 de mayo de 2009

Educar en la creatividad



Habitualmente se tiende a pensar que innovación y creatividad son sinónimos de investigación; y en cierto modo, investigar es ante todo un ejercicio de creatividad. Investigar es ver lo que los demás no ven y pensar lo que los demás no han pensado.

Desde siempre hemos valorado las sociedades que tienen reconocidos investigadores, que destinan grandes presupuestos a la I+D, y además las consideramos como sociedades más avanzadas. Pero esos investigadores fueron niños, y seguramente ya entonces tenían las mentes despiertas, porque educar en la creatividad es educar mentes abiertas, predispuestas al cambio, es formar personas con visión de futuro; personas con dotes de originalidad y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida cotidiana.

Además, educar en la creatividad es ofrecer las herramientas necesarias para impulsar la innovación, estimulando la capacidad de generar respuestas que provoquen los cambios que cada sociedad, especialmente en tiempos de crisis, es capaz de imaginar, soñar, proponer, crear.

Es por eso que debemos ser conscientes de la importancia de cultivar, ya desde la más tierna infancia, en casa, en la escuela, la confianza en si mismo, la apertura mental, la originalidad, el plantearse preguntas sin respuesta. Así se irá propiciando un pensamiento creativo, en el que no cabe el miedo al ridículo; sino más bien a interiorizar que toda idea soñada puede ser una idea posible.
Creatividad es la capacidad de generar ideas, productos novedosos y comunicarlos, darlos a conocer, transcendiendo así en el lugar y el tiempo. Por ello, es necesario educar a los más pequeños en la creatividad, y darles las herramientas para que sean capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta; hay que enseñar a no temer el cambio, a convertir los obstáculos en oportunidades y no en amenazas. Una educación en la creatividad es una educación que valora la imaginación, que enseña a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre.

Cada alumno que salga de una escuela formada con esta visión, será una persona con capacidad para crear, para proponer ideas innovadoras y que tendrá una actitud flexible y transformadora ante el mundo, rompiendo murallas o barreras para edificar la nueva sociedad del mañana, que esperemos sea más integradora, solidaria, respetuosa y abierta con las necesidades de todos.
Samanta García-Carro
ED Galicia - Centro Europeo de Información y Animación Rural

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